Antes de hablar de juego simbólico, veamos qué es el juego. El juego es, en general, aquella actividad recreativa, de ocio, que nos gusta y con la que disfrutamos. El juego es una fuente de placer, un medio de expresión, experimentación y creatividad.
El juego simbólico
Juego simbólico es aquel en el que los niños son capaces de imitar y representar actividades, conductas, roles y situaciones que tienen lugar en la vida real. Aquí los objetos que utilizamos tienen un significado añadido, ya que de algún modo se transforman para simbolizar otros objetos que no están ahí.
Este juego es posible ya que se recrean diferentes situaciones a través del juego que implican “hacer como si” comiera, usando un palillo en vez de una cuchara o “hacer como si” fuera la madre o el doctor de su muñeca.
Practicar esta actividad de forma continuada, aporta numerosos beneficios, entre ellos:
- Ayuda a desarrollar y ampliar el lenguaje.
- Fomenta la empatía
- Les ayuda a asimilar el mundo que les rodea
- Despiertan la imaginación y creatividad
- Desarrollan la cooperación y socialización
- Favorece la toma de decisiones
- Favorece el desarrollo de su autonomía
- Trabajan la canalización de emociones y los sentimientos
- Consolidan sus representaciones mentales.
Juguetes o juegos más indicados
Para ello nos basamos en su desarrollo evolutivo con el fin de estimular y potenciar su aprendizaje. A cada rango de edad le corresponde una fase, la cual tiene que ir de forma consecutiva.
En relación al juego en la infancia y el número de fases, la teoría más conocida es la de Jean Piaget (1896-1980), psicólogo y biólogo famoso por sus estudios sobre la infancia, el cual sostenía que la dificultad de los juegos va en concordancia con el desarrollo de su inteligencia, hablamos de la “Teoría del Desarrollo” y “Estadios Evolutivos”:
- De 0 a 2 años Funcional o de ejercicio/Construcción Sensioromotor
- De 2 a 6 años Simbólico/Construcción Preoperacional
- De 6 a 12 años De reglas/Construcción Operaciones concretas
- De 12 a 18 años De reglas/Construcción Operaciones formales
Juego Funcional o de Ejercicio (0 a 2 años)
Es un juego de ejercicio, que no entraña ningún simbolismo, sino sólo repetir por placer movimientos y actividades para lograr controlarlas.Los juegos se centran en la acción, los movimientos, la manipulación, la experimentación y la observación. Ejercitan los sentidos y el movimiento favoreciendo el conocimiento del mundo que les rodea. Empiezan jugando con su cuerpo para terminar dominado el movimiento y con ello el espacio.
Juego Simbólico (2 a 6 años)
La función simbólica es la capacidad de imaginar, recordar situaciones, objetos, animales o acciones sin que estén presentes. En esta etapa aparecen algunas fobias y miedos, en las que el juego puede resultar muy útil para canalizarlos y aprender a enfrentarse a ellos.Como se dice al inicio, el juego simbólico tiene beneficios como, comprender y asimilar el entorno, conocer los roles sociales, normas de conducta, valores y la socialización, favorece la imaginación y la creatividad y desarrollar el lenguaje.
Proceso que siguen las relaciones entre los niños/as en el juego simbólico:
- Juego Individual: Al principio el niño juega sólo sin tener en cuenta a los demás. Este tipo de juego es frecuente antes de los 2 años.
- Juego Paralelo: Es un tipo de juego individual, parece que los niños/as, juegan juntos, pero no hay ninguna relación entre ellos, observan a sus iguales sistemáticamente, modificando a veces el propio juego por imitación del juego que ven realizando a los demás. Normalmente este tipo de juego es más frecuente entre los 2 y los 4 años.
- Juego Compartido: Juegan juntos organizando entre todos el juego, se observa este tipo de juego a partir de los 4 años.
- Juego de Reglas. Aparecen hacia los 4 o 5 años, pero no será hasta los 6-7 años cuando se conviertan en base de los juegos. Son el grado superior en la evolución del juego simbólico y están ligados al desarrollo de las relaciones sociales. Combina el ámbito sensoriomotor, intelectual e imaginativo. La diversión más que del juego proviene del resultado. En esta etapa es cuando se enseña a ganar y perder, respetar turnos y opiniones, se afianza el aprendizaje de conocimientos y habilidades junto con el desarrollo del lenguaje, memoria, razonamiento, atención y la reflexión.
- Juego de Construcción. Aparece a los 12 meses y va evolucionando a lo largo de la infancia. Facilita motricidad fina y gruesa y la coordinación óculo-manual, desarrolla atención y concentración, estimula el esfuerzo por alcanzar una meta, facilita la práctica del pensamiento abstracto, potencia la creatividad y facilita el juego compartido y la socialización.
Para finalizar, podríamos decir que a través del juego el niño experimenta, comprende la realidad, aprende normas y valores, libera tensiones, desarrolla su imaginación, resuelve conflictos y se socializa. El juego contribuye al desarrollo motor, cognitivo, social y afectivo.
En cuanto al desarrollo motor: Favorece el control del cuerpo, postura, marcha, fuerza y equilibrio. Favorece la integración de las percepciones visuales, auditivas, táctiles y motoras a escala cognitiva y facilita el desarrollo psicomotor al manipular, saltar, con la sincronización de movimientos, motricidad fina y gruesa y la coordinación óculo-manual.
Las aportaciones al desarrollo cognitivo son; el desarrollo del pensamiento y la inteligencia, desarrollo del lenguaje, percepción y comprensión del mundo que les rodea, desarrollo de la imaginación y creatividad, aprendizaje de relaciones causa-efecto, diferenciar formas, colores y texturas y comprensión del funcionamiento de los objetos.
En cuanto al desarrollo social; la adquisición de normas, valores, costumbres, roles, conocimientos y conductas de la sociedad en la que vive. Conformación de la personalidad y el concepto de sí mismo y la socialización al respetar las reglas, esperar el turno, cooperar, compartir y sobre todo establecer vínculos de amistad.
El juego favorece el desarrollo emocional y afectivo ya que ayuda a exteriorizar emociones, agresividad y sexualidad, fomenta la autoestima y autoconfianza en sí mismo, descarga tensiones y temores, tiene función de catarsis, sirve de aprendizaje de técnicas de solución de conflictos, asimilación de experiencias positivas y negativas y fundamentalmente aprenden a asumir roles socioemocionales.
Podemos decir que es cuando lo real pasa a ser imaginario y lo literal se convierte en fantasía.