En verano las familias disfrutan de más horas juntos, lo fundamental es que sea tiempo de calidad y gratificante para todos y así poder aprovechar al máximo cada minuto de unos meses que “vuela”.
El verano es para disfrutar y continuar aprendiendo
Tenemos que recordar que todas las situaciones son entornos de aprendizaje y las actividades de la vida diaria se pueden utilizar para potenciar las habilidades de vuestros pequeños. Si nos vamos de vacaciones fuera de casa, el entorno por ejemplo, es muy importante ya que la adaptación de éste determina el éxito de la participación en las actividades.
Tengamos en cuenta que si los adultos dotamos de estructura nuestra vida diaria, mediante apoyos visuales o determinados recursos como calendarios, agenda, listas de la compra, recetas de cocina, señales de tráfico o instrucciones de montaje para muebles, igualmente también nuestros pequeños,aunque estemos de vacaciones, como por ejemplo:
- Continuar usando las agendas visuales y paneles de información para anticipar las rutinas y acontecimientos especiales (por ejemplo, reuniones familiares, excursiones, visitar lugares nuevos o recibir visitas en casa), estos pequeños gestos les aportan seguridad .
- Propicia un ambiente estructurado, predecible, con códigos viso-espaciales evitará rabietas y prevendrán de otras conductas o problemas. No olvidéis que la predicción es comprensión.
- Organizar el día en una actividad central y en tareas (en la medida de lo posible)
- Transmitirle instrucciones claras acompañadas de gestos y signos. Tiene que entender en cada situación lo que se espera de él, qué tiene que hacer, cómo y cuánto tiempo dura.
- Poner límites (son vacaciones pero siguen existiendo normas).
- Repasad los aprendizajes trabajados durante el año y realizad ejercicios nuevos.
- Fomentad las relaciones sociales fuera del hogar, realizando actividades diferentes en familia. Conocer a otros adultos y niños fomentará sus habilidades comunicativas. Todas las interacciones cuentan y ayudarán a generalizar aprendizajes.
- La piscina y la playa son buenas opciones para motivar conductas adaptativas. Además, se mejora la atención sostenida, el seguimiento de órdenes, el control postural, la planificación motora y la armonía de movimientos. ¡Y qué mejor remedio contra el calor!
Otras actividades funcionales
Para que vuestros pequeños comprendan y den sentido a las acciones podéis fabricar vuestro propio material para divertiros en casa, con materiales manipulativos y adaptados que ofrezcan información visual. Asimismo, el material debe de ser flexible y que pueda retirarse el apoyo inicial, es decir, que se pueda realizar la actividad de la misma forma pero sin ayuda.
- Clasificar objetos por color (piezas de rompecabezas, ceras, coches, cubiertos o globos)
- Asociar conceptos con su nombre, por ejemplo, colores, animales, objetos de la casa, instrumentos musicales y objetos del colegio.
- Trabajar los números: asociar número con su cantidad, emparejar números de forma aleatoria o por orden, rodear el número indicado y repasar la grafía de los números.
- Trabajar las letras: asociar cada vocal con su grafía, asociar consonantes y vocales, rodear la letra indicada, abecedario en mayúscula y minúscula. Según en la fase de aprendizaje que esté el niño se puede introducir o repasar la lectura globalizada.
- Trabajar las profesiones: emparejar herramientas de las diferentes profesiones y asociar herramienta, profesión y acción.
- Reforzar vocabulario en las actividades de la vida diaria (en la comida, en el baño o al vestirnos) y practicar las elecciones y peticiones. En el parque y en la playa jugar a juegos de turnos y con juguetes compartidos para mejorar la tolerancia a la frustración.
- Juego simbólico para trabajar la imitación de actividades de la vida diaria, el uso funcional de objetos cotidianos (coche, cuchara o toalla) y los roles. Por ejemplo, dar de comer o bañar a un muñeco, hacer como si una caja fuera un tren, hacer de doctor o de peluquero. Además, se trabaja la atención compartida al realizar una misma actividad.
- Ordenar un monedero con dinero de juguete, tarjetas caducadas para mantenerlos ocupados.
- Pegatinas de gel con formas para jugar en el espejo de casa o en las ventanas del coche si vais de viaje.
- Actividades de motricidad fina: ensartar piezas, hacer un collar o pulsera de macarrones, rasgar papel, abrochar botones,.
- Ayudar en las tareas de la casa, es decir, podemos asociar nuevas órdenes a rutinas del hogar, fomentando la autonomía personal y la autoestima. Aquí os dejamos algunos ejemplos:
- Emparejar los calcetines al terminar la lavadora o clasificar toda la ropa en categorías, por ejemplo, la ropa interior, las camisetas, los pantalones etc.
- Guardar sus juguetes o cuentos en cajas.
- Tirar cosas a la basura.
- Regar las plantas.
- Preparar su mochila para salir a la calle.
- Recoger el baño después de la ducha y llevar la ropa sucia al cesto.
- Ayudar a vestirse y darle opciones para que elija que quiere llevar ese día (por ejemplo, entre dos camisetas).
- En los recados que lleve la bolsa menos pesada.
- Mientras se prepara la comida que busque utensilios de cocina, que entregue los ingredientes que les pidáis y que ponga la mesa.
¡ Y a disfrutar…. que los días pasan volando y comienza el cole!