Desde hace muchos años se está utilizando la música como herramienta terapéutica y preventiva en el campo de la medicina, al tratarse de un tipo de lenguaje que facilita la comunicación y la exteriorización de los sentimientos. Además se puede considerar una disciplina funcional y sistemática que requiere de métodos y técnicas específicas para mantener o rehabilitar la salud de los pacientes tanto adultos como niños.
Beneficios de la musicoterapia en la infancia
En este artículo nos centraremos en la musicoterapia dirigida a niños y su entorno como son las madres, padres o cuidadores. Esta terapia recomendada a embarazadas a partir del cuarto mes de gestación, ( está demostrado que el feto ya percibe los sonidos) fortalece el vínculo madre-hijo y transmite sensaciones agradables y relajantes estimulando su sistema neurovegetativo.
En los recién nacidos, también la música y en concreto las canciones infantiles pueden tener un efecto muy positivo como terapia adicional en niños con alto riesgo, como son los niños prematuros. El efecto relajante disminuye indirectamente la percepción dolorosa y el estrés, así como disminuye el dolor y la ansiedad, lo que tiene un efecto positivo sobre el sistema inmunológico.
La música, escucharla y sentirla, produce efectos muy beneficiosos tanto para la relajación como para centrar la atención de los niños con déficit de la misma. Esta música regula el comportamiento sensitivo y motor en el niños que se encuentra alterado, así como puede disminuir las estereotipias de los niños que las sufren.
En InterActúa suelen utilizar unas canciones populares infantiles en las que se crea un ambiente agradable para los niños, desde los más pequeños, con tan solo unos meses,a los más mayores, lo que quiere decir que los efectos positivos de la música no tienen edad.
“ Yo tengo una casita que es así y así, que por la chimenea sale el humo así y así; y cuando quiero entrar yo golpeo así y así; me limpio los zapatos así, así y así “
También mamás y papás de InterActúa, suelen utilizar este recurso que después utilizan en casa, cantándoles estas canciones que a los niños les recuerda involuntariamente lo que hacían en el tratamiento, sirviéndoles a sus papás para relajarles o hacer que su hijo le preste más atención también en casa.
Por último, puntuar que esta música es ideal para que los niños entre sí se relacionen cantando juntos o simplemente escuchándolas juntos, sobre todo para esos niños con una dificultad añadida para relacionarse con otros, como pueden ser los TEA. Sin olvidar los beneficios del movimiento al escuchar una melodía o al imitar los gestos que hace la terapeuta en una canción.
En conclusión, la música enriquece el alma y, más aún, si quienes cantan lo hacen con tanto cariño como el equipo de profesionales de InterActúa, donde te guste o no cantar lo acabas haciendo y disfrutando de la música y sus beneficios.
Puedo afirmar que las canciones han hecho fijar la mirada a niños a los que nunca los había visto hacerlo o tararear a niños que nunca los había escuchado comunicarse, algo tiene de magia entonces, ¿no creéis?
Noelia María Sánchez León . Alumna de fisioterapia 4º curso. Fisioterapeuta junio 2017.