¿Qué nos hace decidir nuestros estudios y posteriormente nuestra trayectoria profesional? Gran pregunta a la que solo el tiempo y la distancia puede responder y que en mi caso no fue una casualidad.
Actualmente soy Psicóloga en Centro InterActúa, aunque reconozco que cuando miro atrás, han sido tres los momentos cruciales que mucho tuvieron que ver para determinar mi camino profesional. Nada es por azar, eso dicen.
Nacimiento de mi hermano pequeño
Soy la segunda de tres hermanos, con una diferencia de 10 años con respecto a mi hermano menor nacido con una discapacidad y con la necesidad de recibir tratamiento de atención temprana desde los primeros meses de vida.
Sabemos que la participación activa de las familias guarda una estrecha relación con la evolución positiva de estos pacientes durante su tratamiento. Encarna y Elena, ambas psicólogas y logopedas así lo entendían y así fue como me “incorporaron” al equipo formado por ellas dos, de un pequeño centro situado en el pueblo, donde cada día atendían a mi hermano acompañado por mí.
Cada día acudíamos a este centro, que era como nuestra casa a jugar, mi hermano como usuario y yo convertida en una aplicada alumna, de tal manera que cuando el centro cerraba por vacaciones o había que llevar pautas en casa, era yo quien le realizaba las sesiones a mi hermano. Comenzaba sin saberlo mi experiencia como “estimuladora” guiada de dos grandes profesionales con los recursos de entonces, pero en continua formación para no dejar de aprender.
Esta premisa se me quedó grabada en mi ADN. Posteriormente, y cuando me especialicé en logopedia, no dudaron en acogerme como alumna de prácticas.
A toda Vela
Siempre me he considerado una persona inquieta y en mi etapa universitaria, tuve la gran suerte de ser voluntaria en la Asociación A toda Vela, referente a nivel nacional en cuanto ocio y tiempo libre en personas con discapacidad.
Eran los primeros años de la asociación y aunque aún estaba todo por hacer, Isabel Guirado nos trasmitió el respeto, la superación y el no hay barreras para las personas con discapacidad, apostando desde el minuto uno por normalizar el día a día de estas personas dentro de la comunidad, desde la visibilidad e independencia que como individuos nos permite tomar nuestras propias decisiones.
La oportunidad de vivir en primera persona ésta experiencia, el compartir espacio con personas tan enriquecedoras, es una semilla que ha germinado en Centro InterActúa, tal y como Isabel así nos definió en una ocasión “sois una empresa con alma social”., siendo a día de hoy nuestro principal objetivo, el compromiso social que nos impulsa a poner en marcha nuevos proyectos e iniciativas, fuera del centro.
Colegio CEPRI
Con 25 años decido dejar mi trabajo y marcharme a Madrid para comenzar una formación de nueve meses en el Colegio CEPRI, Colegio de Educación Especial de Majadahonda, Madrid, referente en TEA, con proyectos innovadores dirigidos a estas personas y sus familias. Pero sobre todo, un colegio formado por un equipo de profesionales que se deja la piel cada día para mejorar la calidad de vida de su alumnado, un equipo que se crece ante las dificultades siempre con una sonrisa y a quienes debo mi forma de entender a las personas con TEA.
Son muchas las compañeras y compañeros a quienes les dedico estas palabras, pero sobre todo a mi profe Jose que hasta el día de hoy me sigue llamado antes de comenzar a trabajar, transmitiéndome toda su energía.
Como profesional he tenido la gran suerte de formarme rodeada de grandes expertos, pero sobre todo me gustaría destacar un nexo común para definirles y es la gran pasión y vocación por su trabajo, herencia que me anima a continuar avanzando cada día y un compromiso de fidelidad no pactado, en un año especialmente complicado, en el que más que nunca las personas con diversidad funcional y sus familias necesitan que estemos a su lado.