En nuestras sociedades, el uso de chupete es una práctica universal que se remonta a las primeras civilizaciones,como así lo demuestran restos encontrados en las tumbas romanas y aunque no hay estudios científicos que lo desaconsejen por ser nocivo, es interesante analizar sus ventajas e inconvenientes.
El uso del chupete
Muchos estudios revelan que usarlo ayuda a reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). El chupete calma el llanto del bebé, reduce su estrés y le ayuda a dormir, al mismo tiempo reduce las situaciones de preocupación y estrés de los papás.
Durante los primeros meses del bebé la necesidad de succión es muy fuerte, es la fase oral,el sentido del tacto está en la boca, llevarse las cosas a la boca es la manera que tienen de aprender y descubrir el mundo y forma parte de su desarrollo sensorial y su supervivencia. Su uso ayuda a mejorar el patrón de succión en niños prematuros y fortalece la musculatura para la fonación.
La necesidad natural de chupar del bebé desciende a medida que ganan en independencia y autonomía. Es importante respetar el proceso del niño.
La recomendación general de los pediatras es que el bebé deje el chupete antes de los 2 años y medio de edad, antes de que comience la escuela o la Educación Infantil.
¿Cuándo utilizarlo?
Aproximadamente al mes de nacer. La lactancia debe de estar bien instaurada. El bebé debe utilizar con fuerza su lengua para extraer la leche del pecho o del biberón y favorecer su habilidad para succionar. La recomendación es utilizarlo al mes ya que el riesgo de aspiración del su propio vómito es más en un niño con chupete que sin él.
Es importante distinguir si quiere chupete o tiene hambre. Si quiere comer, empezará a chuparse los dedos, se lamerá los labios, moverá la cabeza hacia el pecho y se mostrará intranquilo. Si solo quiere succionar, el chupete será suficiente.
Ajustarse a las necesidades del bebé. La dependencia del chupete es lógica y habitual, sobre todo el primer año (aunque hay niños que prefieren el dedo). Lo más recomendable es “no” utilizar el chupete durante todo el día y en todas las ocasiones que le generan estrés.
En las unidades neonatales donde no es posible poner el niño al pecho durante una práctica incómoda, se aconseja el uso debiberón de modo “analgésico”, medida más eficaz si se acompaña con 0,2cc de sacarosa.
Dejar el chupete
Esta situación, es temida por muchos de los padres, sobretodo cuando el bebé tiene dependencia de él para reducir el estres, conciliar el sueño…. realmente se plantea una dependencia física, pero también una dependencia emocional.
Por ello, siempre es mejor un des-chupete progresivo y respetuoso, dando otras estrategias al niño para esa reducción del estres, en situaciones de llanto u ofreciendole algún elemento de sustitución no bucal para el sueño.
Existen historias, cuentos o incluso árboles de los chupetes, (como el que hay en el Parque de las familias de Almería que ayudan al niño a aliviar el contenido emocional, de una forma respestuosa.
Algunas estratégias
- Cambiando el chupete por vasos de sorber, así fomentamos la coordinación entre la vista y las manos.
- Proponer metas al niño, usarlo solamente en determinados momentos y reforzándole positivamente para conseguir esas metas.
- Sustituirlo por otro juguete.
- Ofrecerlo como regalo para otro bebé, o a los Reyes Magos….
Pero es importante ir poco a poco, ya que cada niño necesita su tiempo, y el mejor momento para él tiene que ser una situación tranquila y relajada, que no coincida con cambios importantes que puedan afectarle.
El chupete y los cólicos del bebé
Los padres utilizan mucho el chupete para paliar los dolores durante los cólicos, sin saber que éste tiene mucha relación con la producción de gas en el intestino, el uso del chupete favorece que el niño trague más y sea más doloroso. En estos casos se recomienda pedir ayuda a especialistas como los fisioterapeutas pediátricos para aprender a masajear de manera correcta la barriguita del bebé y permitirle tener una mejora en el tránsito intestinal.
Abusar del chupete
Un uso abusivo tanto del chupete como de chupar el dedo podría afectar al desarrollo dentario y al habla, así como al crecimiento de los músculos de la cara. Mas allá de los dos años se automatiza un movimiento lingual incorrecto, consiste en adelantar la lengua y presionar directamente contra los dientes superiores sin llegar a cerrar la boca del todo. Esta posición es una causante de la deglución atípica , mordida abierta o cruzada, respiración bucal y deformación del paladar.
Muchas de las dislalias en el lenguaje, (problemas de pronunciación como el ceceo) están estrechamente relacionadas con el uso. La punta de la lengua se introduce por los incisivos y el niño sustituye los sonidos silabeantes /s/ por sonidos interdentales /z/.
Si abusamos del chupete el bebé tendrá menos oportunidades de balbucear y experimentar con los sonidos del habla, elementos fundamentales en la aparición del lenguaje.
Si los dientes se han movido mucho habría que consultar con un especialista, odontólogos, maxilofaciales o Logopedas.
“El uso del chupete es beneficioso ya que calma su estado emocional pero por otro lado tenemos que tener cuidado con abusar de él para evitar efectos adversos.”